"La plata y el cromo han sido durante mucho tiempo piedras angulares del diseño de interiores, y aunque los tonos metálicos más cálidos han dominado en los últimos años, estos acabados de tonos fríos están regresando con confianza", dice la diseñadora de interiores Iliada Rossi, directora de diseño y fundadora de Rossi Studio.

Sus cualidades elegantes y reflectantes aportan una sensación nítida y contemporánea a los espacios, al tiempo que mantienen un atractivo clásico que trasciende las tendencias pasajeras". Tanto si se utilizan solos como combinados con otros acabados metálicos, la plata y el cromo introducen un toque discreto pero sofisticado en los interiores."

Aspecto fresco y contemporáneo

Las estancias más obvias para lucir el cromo y la plata -y el acero inoxidable plateado- son, por supuesto, los baños y las cocinas, pero los acabados metálicos también funcionan bien en otros espacios, subraya Rossi.

"En las cocinas, los accesorios cromados y los electrodomésticos de acero inoxidable crean un aspecto fresco y contemporáneo que es a la vez funcional y elegante. En los baños, la plata y el cromo aportan una sensación de limpieza y refinamiento, sobre todo en grifos, mamparas de ducha, toalleros y marcos de espejo.

"Y cuando se incorporan a los detalles del mobiliario, como las patas de las sillas, las bases de las mesas o la iluminación, aportan un toque de sofisticación sin sobrecargar el diseño general".

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Atractivo atemporal

El diseñador de interiores Jo Ahmedzai está de acuerdo en que los acabados plateados y cromados son un complemento que merece la pena en muchas zonas de la casa. "Aunque los acabados metálicos en latón, bronce y negro se han utilizado mucho en los últimos años, la plata y el cromo siempre han permanecido intemporales en el diseño de interiores", afirma, "ya que ofrecen elegancia y un acabado uniforme en diversos accesorios, como sanitarios, iluminación, herrajes y electrodomésticos de cocina".

Ahmedzai afirma que no hay por qué ser cauteloso a la hora de utilizar acabados plateados y cromados en cualquier lugar de la casa, ya que son extremadamente versátiles y realzarán cualquier espacio que ocupen, con diferentes texturas y acabados que añaden "profundidad y sofisticación".

"Encajan a la perfección en un ambiente minimalista contemporáneo, mientras que añaden elegancia a un edificio histórico, creando claridad y reflejando la luz", explica, señalando que en zonas de mucho tránsito, seleccionar el acabado metálico adecuado equilibra la estética con la practicidad.

Por eso, en lugar de elegir cromo o níquel pulidos, que dejan huellas y arañazos con facilidad y, por tanto, hay que limpiar con regularidad, sugiere probar los acabados de metal cepillado, que tienen una textura mate.

"Son más indulgentes, lo que los hace ideales para entornos exigentes", dice.

Cualidades que reflejan la luz

Krystyna Martin-Dominguez, de K Space Interiors, insiste en que el plateado y el cromado no han vuelto, sino que se han recuperado por su practicidad, su capacidad para reflejar la luz y su atemporalidad.

"Estamos asistiendo a un tranquilo renacimiento del plateado y el cromado, sobre todo a través de la óptica del diseño moderno de mediados de siglo y de los años 70; desde el cristal ahumado, las sillas de tubo de acero y los zócalos de espejo, hasta el brillo y la alegría del minimalismo futurista. Tras años de negros mate y latón cálido, el cromo resulta inesperadamente fresco, ligero y limpio".

Describe el cromo en los baños como "refrescante, duradero, de bajo mantenimiento y rentable", pero subraya que el acabado también tiene un atractivo mucho mayor. "Me encanta en las patas de las sillas o en los zócalos de las mesas de centro: capta la luz, crea suaves reflejos y da a los muebles una sensación flotante, casi etérea. Es sencillo y elegante".

Según ella, la mejor forma de utilizar el cromo más allá del baño es "de forma sutil pero deliberada" en elementos como taburetes de bar, patas de sillas, bases de mesas de comedor y mesas de centro o auxiliares. "Funciona especialmente bien cuando se combina con materiales más cálidos y texturados, como la madera natural o el boucle, que aportan ligereza y fuerza al espacio. Lo he visto utilizado en marcos de cuadros, que pueden añadir un borde gráfico nítido a una pared de galería sin sobrecargarla".

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Mezcla de metales

Martín-Domínguez señala que no es necesario centrarse únicamente en el plateado y el cromado, ya que la mezcla de metales "funciona de maravilla cuando está equilibrada".

Dice que el cromo combina bien con metales cálidos como el latón o el bronce, para crear contraste, y con materiales suaves como el boucle, el terciopelo o el lino, que pueden ayudar a equilibrar la frialdad. También merece la pena probarlo con acabados mates, como la madera o la piedra, para añadir textura y profundidad. "La clave está en la repetición y la armonía: introduzca el cromo más de una vez en una habitación y limite la mezcla a dos o tres acabados para conseguir un aspecto sereno", sugiere.

Ahmedzai explica que mezclar la plata y el cromo utilizados en arquitectura con otros metales en el mobiliario crea una estética dinámica y equilibrada y da profundidad al conjunto. "La idea de que la plata y el cromo no pueden combinarse con el latón es un mito", insiste. Aunque uno es frío y el otro cálido, el uso de ambos metales en el interior puede crear armonía".

"Sin embargo, la clave es la coherencia y una colocación cuidadosa".

Por ejemplo, sugiere utilizar un acabado para los elementos más grandes, como los herrajes o las placas de los interruptores, e incorporar un segundo acabado en los muebles. "Las obras de arte y las telas con colores metálicos mezclados pueden cohesionar aún más el conjunto, realzando los contrastes metálicos y añadiendo profundidad visual y cohesión al espacio", explica.