Fue un gran honor estar allí, no sólo como participante, sino también como alguien capaz de compartir ideas e intercambiar conocimientos con profesionales notables, en particular con promotores saudíes, arquitectos internacionales y funcionarios que configuran el futuro del sector inmobiliario en Arabia Saudí y más allá.

Lisboa acogió a la comunidad inmobiliaria mundial con determinación y elegancia. Durante dos días, el Centro de Congressos de Lisboa se transformó en un verdadero punto de encuentro entre continentes, ideologías y ambiciones. Pero no se trataba de una reunión más del sector, sino de una plataforma de lanzamiento para las ideas, asociaciones e innovaciones que impulsan una de las transformaciones nacionales más ambiciosas que estamos presenciando en la actualidad: La Visión 2030 de Arabia Saudí.

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Como alguien que tuvo la oportunidad de visitar Arabia Saudí el pasado mes de junio, puedo decir con confianza que lo que se debatió y mostró en el escenario durante esta cumbre no es solo una visión, es una realidad, que se desarrolla a una escala y velocidad extraordinarias. Los proyectos presentados, las estrategias reveladas y las personas detrás de ellos dejaron huella. Vi de primera mano en Arabia Saudí lo que la cumbre confirmó: se trata de un país que está remodelando su paisaje y redefiniendo los estándares mundiales mediante la creatividad, la sostenibilidad y la inversión audaz.

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A lo largo de la cumbre, me inspiraron especialmente las presentaciones de algunos de los estudios de arquitectura y promotores inmobiliarios más respetados del mundo. No se trataba de conceptos abstractos ni de sueños futuros, sino de proyectos concretos, detallados y ya en marcha. Desde ciudades inteligentes totalmente integradas hasta proyectos de hostelería en plena naturaleza, lo que más llamó la atención fue la gran atención prestada a un diseño que refleja la cultura, el clima y la comunidad. Estas visiones arquitectónicas son más que estructuras: son entornos vivos, diseñados para favorecer el bienestar, la sostenibilidad y el valor a largo plazo.

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Para mí, lo más destacado fue la forma en que se abordaron la iluminación, la calidad del aire y el diseño basado en la naturaleza. Varios ponentes demostraron cómo el diseño biofílico y los sistemas de iluminación inteligentes pueden transformar no sólo el espacio físico sino también la experiencia emocional. La integración de las plantas en los entornos construidos y el uso de tecnologías avanzadas de purificación del aire ya no son conceptos de nicho. Se están convirtiendo en componentes fundamentales del diseño de alta gama. Este enfoque reflexivo de la vida centrada en el ser humano resonó profundamente, mostrando que el futuro de los bienes inmuebles no es sólo acerca de los edificios, sino acerca de cómo la gente se siente dentro de ellos.

Los promotores saudíes presentes en la cumbre compartieron estudios de casos reales que reflejan la ambición de Visión 2030. Ya están en marcha urbanizaciones masivas, destinos turísticos de lujo como The Red Sea Project y centros urbanos de nueva generación como NEOM. No se trata de megaproyectos aislados, sino que forman parte de una estrategia nacional que da prioridad a la diversificación, la calidad de vida y el compromiso global. Las cifras lo dicen todo: más de 500.000 viviendas previstas para 2030, más de 100.000 millones de dólares invertidos en hostelería y nuevas infraestructuras preparándose para acontecimientos históricos como la Copa Mundial de la FIFA 2034 y los Juegos Asiáticos de Invierno 2029.

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Sin embargo, lo que más me impresionó fue la apertura del diálogo. En esta cumbre no hubo discursos elaborados, sino conversaciones. Se trataba de gente sentada a la mesa, explorando ideas, intercambiando cartas y haciendo las preguntas adecuadas. Tuve la oportunidad de hablar con interlocutores saudíes que no sólo son responsables de la toma de decisiones, sino también oyentes que buscan activamente colaborar con el talento y la experiencia internacionales. El espíritu del acto no fue transaccional, sino transformador.

Esto no habría sido posible sin la extraordinaria organización y visión de quienes están entre bastidores. Quiero agradecer sinceramente al Sr. Abílio da Alagoa Silva y al Consejo Empresarial Portugués Saudí la construcción de un puente tan sólido entre Portugal y Arabia Saudí. Su empeño en conectar a las personas adecuadas con las oportunidades adecuadas en el momento adecuado ha hecho que este acontecimiento sea realmente especial. También quiero elogiar al equipo de GBB por haber organizado una experiencia perfecta y de alto nivel. Su profesionalidad, precisión y visión global dieron vida a esta cumbre de una manera tan personal como poderosa.

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Al reflexionar sobre mi estancia en Lisboa, siento una renovada sensación de optimismo y determinación. La cumbre demostró que Arabia Saudí no sólo se está abriendo, sino que está tendiendo la mano. Y para las empresas, los profesionales y los creativos dispuestos a contribuir con sustancia y compromiso a largo plazo, hay un sitio en la mesa. Estoy agradecido de haber participado en estas conversaciones y de ser testigo de los puentes que se están tendiendo entre Europa y el Golfo.

Gracias de nuevo a todos los que han hecho posible esta experiencia. Ha sido un honor estar presente, contribuir y aprender. El futuro del sector inmobiliario se está gestando, y le están dando forma aquellos que se atreven a imaginar y que actúan con claridad y valentía. Lisboa fue el escenario, pero la historia continúa en Arabia Saudí, y estoy deseando formar parte de ella.

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