Aunque muchos de nosotros esperamos con impaciencia cielos soleados y días más cálidos, la realidad de una ola de calor en toda regla a menudo nos deja acalorados, agotados y lejos de refrescarnos.

Entonces, ¿cómo afecta exactamente este calor intenso a nuestro estado de ánimo y a nuestro bienestar mental? Hemos hablado con el Dr. Ravi Gill, psicólogo profesional, para descubrir el impacto psicológico de las altas temperaturas prolongadas y qué podemos hacer para mantener el equilibrio.

¿Pueden las olas de calor afectar a nuestro estado de ánimo?

Los cambios fisiológicos en el cuerpo y el cerebro debidos al calor pueden afectar significativamente al estado de ánimo durante una ola de calor. "El calor altera los sistemas neurotransmisores (serotonina), altera el sueño y eleva las hormonas del estrés, como el cortisol, que son reguladores clave del estado de ánimo y el control de los impulsos", afirma Gill.

El malestar físico y la interrupción del sueño que provocan las olas de calor también pueden exacerbar la inestabilidad del estado de ánimo, desencadenar picos de ansiedad o empeorar la irritabilidad, afirma la psicóloga.

"El malestar persistente y el estrés ambiental ponen a prueba la resiliencia emocional y hacen que hasta los irritantes más leves resulten abrumadores", añade Gill. "Las olas de calor también pueden intensificar las tensiones sociales -ya sea en casa, en el tráfico o en espacios públicos-, convirtiendo pequeños desencadenantes en conflictos".

La investigación también sugiere que las personas con problemas de salud mental preexistentes son más vulnerables durante las olas de calor.

"Afecciones como la ansiedad, la depresión, el trastorno bipolar o la esquizofrenia pueden dificultar el reconocimiento de los primeros signos de estrés térmico o la adopción de medidas", señala Gill. "Además, algunos medicamentos psiquiátricos (por ejemplo, antipsicóticos, ciertos antidepresivos, estabilizadores del estado de ánimo) reducen la capacidad del organismo para sudar o regular la temperatura, lo que aumenta el riesgo de agotamiento por calor o insolación."

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¿Qué impacto tienen las alteraciones del sueño por calor en nuestro estado de ánimo y nuestra mente?

"Las altas temperaturas nocturnas dificultan que el cuerpo baje su temperatura central, lo que es esencial para iniciar y mantener un sueño profundo y reparador", afirma Gill. "Las personas se despiertan más a menudo, sobre todo durante la fase REM, que es vital para el procesamiento emocional y la consolidación de la memoria. La dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido reduce el descanso general".

Esto puede tener un profundo impacto en nuestra regulación emocional.

"Dormir mal disminuye la actividad del córtex prefrontal (responsable del control de los impulsos) y aumenta la reactividad de la amígdala (vinculada al miedo, la ira y la ansiedad). Esto nos hace más volátiles emocionalmente", explica Gill. "La falta de sueño REM amplifica las respuestas al estrés y reduce la resistencia a las frustraciones cotidianas.

"Además, la privación de sueño deteriora la atención, la memoria de trabajo, la toma de decisiones y la resolución de problemas, aumentando la fatiga mental".

¿Qué impacto pueden tener las olas de calor en nuestras funciones cognitivas, como la memoria, la concentración y la toma de decisiones?

"Las olas de calor pueden afectar a funciones cognitivas básicas como la memoria, la concentración y la toma de decisiones, y las razones son una mezcla de efectos cerebrales directos y factores secundarios como la deshidratación y la alteración del sueño", afirma Gill.

La reducción del flujo sanguíneo cerebral, la alteración de los neurotransmisores y el desequilibrio electrolítico son sólo algunos de los factores que pueden tener un impacto significativo en nuestra función cognitiva durante una ola de calor.

"Las altas temperaturas pueden hacer que los vasos sanguíneos se dilaten y desvíen la sangre hacia la piel para enfriarla, lo que reduce el flujo sanguíneo y el aporte de oxígeno a los centros de pensamiento del cerebro (especialmente el córtex prefrontal)", explica Gill. "Mientras tanto, el estrés térmico también altera el equilibrio de dopamina, serotonina y acetilcolina, que son fundamentales para la atención, el aprendizaje y la memoria".

"La sudoración también agota el sodio, el potasio y otros electrolitos, lo que afecta a la transmisión de señales nerviosas y ralentiza el procesamiento mental".

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¿Qué impacto puede tener la deshidratación durante las olas de calor en nuestro estado de ánimo y nuestra mente?

"Incluso una deshidratación leve (1-2 por ciento de pérdida de peso corporal en líquidos) puede ralentizar el procesamiento neuronal y perjudicar la memoria, la atención y el tiempo de reacción", afirma Gill. "La deshidratación aumenta el cortisol y altera la actividad de la serotonina, lo que provoca irritabilidad, ansiedad y menor tolerancia a la frustración".

"La reducción del volumen sanguíneo y los desequilibrios electrolíticos limitan el aporte de oxígeno y nutrientes al cerebro, provocando lentitud mental".

He aquí algunas estrategias para ayudar a contrarrestar algunos de estos efectos...

Priorizar la hidratación con electrolitos

"Beba agua con regularidad, no sólo cuando tenga sed, e incluya electrolitos", aconseja Gill. "Esto ayuda a mantener una señalización cerebral óptima, evita la ralentización cognitiva y reduce la irritabilidad ligada a la deshidratación".

Mantener un ambiente fresco para dormir

"Intenta mantener un horario constante de sueño y vigilia. Utiliza ventiladores, cortinas opacas, ropa de cama transpirable y, si es posible, enfría previamente tu dormitorio antes de dormir", recomienda Gill. "Preservar el sueño profundo y REM protege la regulación emocional, la consolidación de la memoria y la capacidad de toma de decisiones".

Practica la regulación del estrés adaptada al calor

"Utiliza ejercicios de conexión a tierra o de respiración en las horas más frescas del día; los estiramientos suaves o el yoga en espacios a la sombra o con aire acondicionado también pueden ayudar", dice Gill. "Éstos regulan el cortisol y evitan que el sistema nervioso permanezca en un estado prolongado de "lucha o huida"".

Organiza tu día en función del calor

"Programa las tareas mentalmente exigentes para las horas más frescas de la mañana y tómate descansos regulares durante los picos de calor", sugiere Gill. "Esto protege la concentración y la memoria de trabajo, reduciendo los errores causados por la fatiga cognitiva relacionada con el calor".