El espacio incluye ahora un centro de exposiciones y congresos, preparado para acoger "eventos culturales, científicos y corporativos".
La renovación de las instalaciones ha sido un viejo deseo de la comunidad del Parque das Nações, e incluye el regreso del Centro de Interpretación, al que se unirá un espacio de estudio abierto las 24 horas del día y la biblioteca António Mega Ferreira, un proyecto del Ayuntamiento de Lisboa y la Universidad de Lisboa, planeado como un nuevo centro cultural dedicado a los jóvenes y, con ellos, al futuro del conocimiento.
Desde el 1 de mayo, se exhibe una exposición dedicada a Camões, titulada "Meu matalote e amigo Luís de Camões", con un diálogo innovador entre el texto del poeta y las artes visuales.
El rector de la Universidad de Lisboa, Luís Ferreira, entidad que promovió varias acciones con motivo de la reapertura del espacio, afirmó que "el Pabellón de Portugal es el símbolo de la audacia, la visión y el futuro". Diseñado por el maestro Álvaro Siza Vieira, es un punto de referencia ineludible de la ciudad desde la Expo 98". Y reabrió "con una nueva vida, con una nueva misión. Al servicio de la educación, la ciencia y la cultura. Este espacio no es sólo un edificio. Es un lugar de encuentro, de diálogo y de renovación. Es un puente entre la Universidad y la sociedad".
El 22 de mayo, aniversario de la apertura de la Expo'98, se inaugurarán una nueva Sala de Estudios, la Biblioteca Mega Ferreira y el Centro de Interpretación del Parque das Nações, en colaboración con la Universidad de Lisboa, el Ayuntamiento de Lisboa y la Junta Parroquial del Parque das Nações.
El edificio del Pabellón de Portugal fue construido para formar parte de la Expo'98 y recibió el Premio Valmor ese año. Está clasificado como Monumento de Interés Público. Diseñado por el arquitecto Siza Vieira, constituye un hito icónico que permanece de la exposición, al estar situado en una zona privilegiada junto al río.
Su configuración presenta dos cuerpos: un edificio, que se desarrolla en torno a un patio, y una enorme plaza cubierta por una imponente marquesina de hormigón suspendida por cables de acero, definida por dos pórticos de hormigón.
Aunque desde su concepción se pretendió que el edificio sobreviviera después del acontecimiento, sus funciones no se estipularon claramente al principio. Desde entonces, ha funcionado predominantemente como espacio expositivo, albergando también un restaurante, una cafetería y un bar.
La ULisboa finalizó las obras de renovación en 2025, dedicándolo a la promoción de diversas actividades en los ámbitos de la ciencia, la cultura y la innovación.