La aerolínea irlandesa declaró que la nueva sanción pretende servir de elemento disuasorio, con el objetivo de frenar conductas inaceptables a bordo.

"Es inaceptable que los pasajeros sufran interrupciones innecesarias debido a las acciones de un solo individuo indisciplinado", dijo Ryanair en un comunicado.

La aerolínea ya ha emprendido anteriormente acciones legales contra viajeros conflictivos y ha subrayado que sigue comprometida a seguir haciéndolo.

"Para garantizar que nuestros pasajeros y la tripulación puedan disfrutar de un viaje cómodo y sin estrés, vamos a imponer una multa de 500 libras a cualquier persona que sea expulsada de un vuelo por mala conducta", añade el comunicado.

El año pasado, el consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, sugirió que la aplicación de restricciones de alcohol en los aeropuertos podría ayudar a reducir los incidentes de conducta desordenada a bordo.

Además de la nueva multa, Ryanair confirmó el jueves 12 de junio que seguirá reclamando daños y perjuicios civiles a los pasajeros conflictivos.