En un comunicado, el Ejecutivo comunitario exigió a Portugal, Bulgaria, Grecia, España y Países Bajos que transpongan una directiva que actualice los criterios de calidad del agua para que sea considerada potable.
En concreto, la directiva europea, que debería haber sido transpuesta a la legislación nacional antes del 12 de enero de 2023, pide que se tomen medidas para reducir la presencia de microplásticos y evitar fugas, ya que de media el 30% del agua potable de las tuberías se pierde durante su distribución.
En el caso de Portugal, el Gobierno "no transpuso correctamente varios puntos de la directiva", en concreto la evaluación de riesgos sobre el agua potable y distribuida, así como "el papel de las autoridades competentes".
La Comisión Europea también ha exigido a Portugal y Rumanía que cumplan las normas de la UE sobre diseño ecológico y energía en las etiquetas de los productos.
La exigencia se basa en el incumplimiento por parte de los Estados miembros de las normas sobre etiquetado de productos, es decir, si cumplen unos requisitos mínimos de consumo energético y si los diseños responden a criterios ecológicos.
Estas normas pretenden ofrecer más información para que los consumidores puedan tomar decisiones, explicó la Comisión Europea.